A la hora de elegir una berenjena, nos debemos asegurar de que estén firmes y que no sean demasiados grandes. Se deben elegir aquellas berenjenas que sean del tamaño aproximado de un pepino y el grosor de una pera grande. Las berenjenas que son pequeñas tienen menos probabilidades de ser amargos y contienen menos cantidad de semillas.
Aun así el cierto amargor de las berenjenas puede solucionarse con un poco de sal.